fredag 3 juni 2016

PERU-REPORTAJE: El crimen Fujimorista; la esterilización forzada de 370 000 peruanos





PERU:
El crimen Fujimorista; la esterilización forzada de 370 000 peruanos

Por Dick & Miriam Emanuelsson / Resumen Latinoamericano

[Video] Así fue la esterilización forzada bajo el Fujimorismo

Entre 1995-2001 fueron esterilizadas forzosamente 346.219 mujeres y 24.535 varones, según un informe realizado por una comisión parlamentaria independiente, el año 2002. El mismo congreso nacional del Perú investigó los casos de anticoncepción quirúrgica y concluyó que 314.605 mujeres fueron esterilizadas en el marco del Programa Nacional de Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori. El Comité Latinoamericano y del Caribe de los Derechos de la Mujer (Cladem) concluyó que sólo el 10 % de las mujeres que fueron esterilizadas en aquel periodo dieron su “consentimiento genuino”.

Las organizaciones feministas aplaudieron al principio el programa de planificación. USAID y la UE financiaron con millones de dólares, lo que al final resultaba ser un programa de horror para los afectados.

A principios de 2016 comenzó a funcionar el Registro de Victimas de Esterilizaciones Forzadas (Reviesfo). El motivo era registrar y documentar los casos de todas las víctimas de las esterilizaciones forzadas en el Perú, una decisión tomada por el saliente gobierno del presidente Ollanta Humala.

Abajo presentamos testimonios, resultado de la gira en el mes de marzo (2016) en el departamento de Cusco, de tres víctimas que sufrieron y siguen sufriendo las consecuencias de las esterilizaciones forzadas del segundo periodo del ex presidente Alberto Fujimori. O como resume Demetria Molina Huilca: “Lamentablemente este desgraciado chino nos ha hecho este daño”. 


El derecho de una familia, cuestionado por Fujimori a los pobres en el Perú 1995-2001.




Reportaje sobre la esterilización forzada de los 370 000 peruanos en el Perú 1995-2001

1. La esterilización de Fujimori en el Perú: Teodora fue amarrada en la cama y esterilizada

2. La Esterilización forzada en el Perú a los hombres

3. Perú: Como las Esterilizaciones forzadas destruyeron los matrimonios

4. La Asociación que organiza y respalda a las Mujeres Afectadas de las Esterilizaciones Forzadas, AMAEF

5. El abogado que dirige el registro de las víctimas de la esterilización Fujimorista en Cusco
https://youtu.be/tljwcLTsUtw





Teodora Guzmán Velázquez.


“Me amarraron los pies y el cuerpo”

CUSCO / PERÚ / Las tres víctimas tienen en común la mirada de tristeza en el fondo de sus ojos. Sus testimonios también tienen un hilo común; fueron esterilizados brutalmente entre 1995-2000 por orden del gobierno de Alberto Fujimori.


Teodora Guzmán Velázquez, de 47 años, viene del distrito Mollipata, en los Andes. Su pueblo está ubicado aproximadamente a tres horas en bus desde la ciudad de Cusco, el antiguo centro del Imperio Incaico. Cuando comenzamos a entrevistarla nos responde en su idioma quechua, imposible de entender.

Y eso es lo otro en común con casi todas las víctimas; no hablan castellano. En esta parte del Perú (Cusco)  hablan solo quechua. En otras provincias del país hablan otro idioma natal, pero no español.

No entendieron cuando los médicos o las enfermeras llegaron a sus casas en la sierra para decirles que serían objetos de la esterilización. Ante la eventualidad de tomar una decisión tan drástica, ¿cómo era posible ejecutarla si ni siquiera comprendían el idioma en que les estaban hablando?

Si además sabemos que las víctimas venían de condiciones de extrema pobreza mientras los médicos, por otro lado, generalmente vienen de una clase social muy diferente, pues entendemos que eran dos mundos opuestos que se enfrentaron estos seis años cuando fueron esterilizados más de 370.000 peruanos.



PEDIMOS a Demetria Molina Huilca ayudarnos con la traducción. Ella ha luchado desde el 2001 para exigir justicia a través del trabajo organizado en la Asociación de las Mujeres Afectadas por la Esterilización Forzada, AMAEF. Y Teodora comienza su relato:

– La ambulancia me trajo desde Mollipata el 20 de abril de 1999 y llegamos a la posta de salud. Cuando llegamos me amarraron en los pies. Y luego me han amarrado con el hilo. Quería escapar pero llegaron con candado.

¿Por qué la llevaron a la posta de salud?

– Me obligaron con fuerza. Era la política del presidente Fujimori. Me inyectaron y me he adormecido. Cuando desperté estaba en la casa de mi hermana y comencé a caminar de vuelta a mi casa.

Teodora tenía solo tres niños que no es mucho en las sierras del país andino. Ahí es muy común y además importante tener bastantes niños para las familias en el campo porque trabajan cuidando a los animales.

¿La esterilización tuvo algunas consecuencias físicas, psícicas o en la relación a tu marido?

– Mi esposo había ido a trabajar a la chacra en la mañana cuando la ambulancia vendría a recogerme. Mi marido no firmó nada porque no sabía nada de lo que iba a pasar. Ahora dice mi esposo que “yo no quiero saber nada, tú has dicho esas cosas, tú sabrás como vivir”, dice mi marido que ahora quiere divorciarse. Todo se cambió a raíz de la esterilización que me hicieron, dice con los ojos llenos de lágrimas. Dice que ando buscando a otros hombres.




A los hombres también:

¡”Te esterilizamos o no te damos la Partida de Nacimiento de tu hijo”!

El campesino Álvaro Mario Champin.

El Programa Nacional de Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori no solo golpeaba a las mujeres pobres, como en ninguna otra parte del continente americano. Casi 25.000 hombres fueron víctimas del “Cuchillo Japonés” de Fujimori. En Cusco, este año, nueve hombres se han registrado como víctimas y el campesino Álvaro Mario Champin, de 49 años, es uno de ellos. Para los varones la carga es quizás más grande justamente por ser hombres en un país machista.

Champin viene del distrito Huancarani situado a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

– Comenzaron a citarme y exigirme desde 1995. Ahí solo tenía 28 años. El 1997, cuando fui a la posta de salud para registrar mi quinto niño, me dieron el ultimátum; esterilizarme o no me darían el Certificado de Nacimiento de mi hijo. Me vi obligado de acceder por mi hijo. Fue un chantaje.

¿Qué consecuencia ha tenido tras la esterilización?

– Ya no vivo desde el 2001 con mi esposa. Mi esposa quería tener dos hijos más y por eso me abandonó. Tuve una nueva relación pero ella también me abandonó por no poder darle los niños que quería.

Cuando entrevistamos al campesino Álvaro Mario Champin nos relata que va a entrar a registrarse en la oficina como víctima de la política de planificación familiar del régimen de Alberto Fujimori.

– Exijo justicia y que la verdad detrás de este crimen no quedará impune, inclusivamente para nosotros varones. Porque si no fuera por “El Chino” Fujimori, todavía había vivido con mi primera mujer.




La pobreza extrema y dos arrobas de maíz

Demetria Molina Huilca ha luchado 20 años para que se haga justicia.

Demetria Molina Huilca es tesorera en AMAEF. Es originaria del distrito de Huraro en el departamento de Cusco. Es un clásico caso como las autoridades presionaron al esposo para que éste les diera un poder para esterilizar a su mujer. “La Zanahoria” llamaba al dinero y entre las poblaciones de extrema pobreza, en las regiones andinas, podía ser equivalente a dos arrobas de maíz que eran entregadas a las familias abandonadas por el estado peruano.

Este es el caso de Demetria:

– Varias veces aparecieron dos enfermeras en mi casa, tanto en la mañana, medio día como en la noche, diciendo que teníamos que esterilizarnos pero mi esposo no ha querido. “Yo tengo que trabajar en la chacra para mis hijos”, decía. Intentaron a convencer a mi esposo, diciendo que Fujimori daba 1000 soles (en actualidad U$ 285), como una arroba de maíz. “Dile gracias al presidente Fujimori! ¡Aprovéchense!”, decían. Y nos han convencido.


DEMETRIA FUE TRASLADADA EN AMBULANCIA a la posta de salud, en Anta, a unos 30 minutos de la ciudad de Cusco. Fue el 22 de septiembre de 1997 cuando entró Demetria a la posta y le dio un shock:

– Yo vi la fila de las mujeres cambiadas (de ropa), amarradas de pie y manos en las camillas o en el suelo. Quería salir pero me ordenaban: “¡Cámbiate, Cámbiate, ya te va a tocar tu turno”! me han dicho.

– Pero ¿qué cosa me van a hacer? “Las señoras están muertas”, pensaba yo, viéndolas acostadas, ¿“así me van a hacer a mí también, matarme? Prefiero yo irme, sino me voy a escapar”, decía yo pero no me han dejado ir.

Al contrario a la regla, o por falta de conocimiento, Demetria había desayunado en la mañana por lo cual la anestesia no había tenido un efecto suficientemente rápido. El médico le decía que contara hasta 20 y ahí se durmió. Cuando despertaba le dolía terriblemente. “¿Qué cosa me han hecho?”, pensó.

– La ambulancia me dejó donde la carretera termina, a media hora de a pie desde mi casa. De ahí caminé, recién operada, hasta llegar a mi casa.




IGUAL COMO CASI TODAS LAS VÍCTIMAS, mujeres como hombres, la pareja desconfía de su compañero/a de vida. Demetria nos cuenta que las peleas con su esposo han sido constantes desde el 1997.

– Como no tengo más hijos menores dice que estoy parando con otros hombres, me dice ahora.

– Y yo le discuto: ¿Quién tiene la culpa? Analízate bien. Tú me has autorizado (a la esterilización). Si me hubieran matado, bueno, pero ahora piensa eso (la infidelidad). ¿Cómo vivir así? Casi nos hemos separado, dice con los ojos llenos de lágrimas, contando que tuvo en total cuatro hijos.

Cuando entrevistamos a Demetria solo faltaba un mes para las elecciones en el Perú. Todas las encuestadoras dan como favorita a la hija de Fujimori. Ella ha sostenido que su padre era inocente y que en el caso de violaciones de derechos humanos a las 370.000 víctimas, pues serían los médicos los responsables como autores.

– Ojala que no llegue al poder. Si llega al poder, ¿Qué va a pasar con nosotras? Si su padre es que nos ha hecho esto. Si va a llegar su hija, no va a reconocer las miles de víctimas que somos.

– No hay nadie que nos apoya. Tres veces nos han archivado nuestro caso en Lima. Pero no nos rendimos, seguimos con la misma fuerza.

Antes trabajaron junto con el marido en el campo, en la chacra, cuidando los animales, sacando la cosecha. Pero a raíz de las esterilizaciones, las mujeres quedaron en la casa, generalmente, cuenta Demetria. Y el marido reacciona:

– “¿Para qué pides plata, para que cosa pides plata? ¡¡¡Muérete”!!! dicen varios maridos a sus esposas, me cuentan las compañeras. Mucha pena nos da, “el Chino” Fujimori. Ese desgraciado nos ha hecho este daño. Estamos sufriendo.




La Asociación de las Víctimas

Durante casi 20 años ha funcionado la Asociación AMAEF. Livia Pinares es la coordinadora y nos encontramos una mañana en la oficina de REVIESFO, en Cusco. Es de profesión enfermera y cuenta como la anterior secretaria general de la Federación Campesina del departamento de Cusco, Hilaria Supa, la llamó una mañana para contarle que doce mujeres la habían visitado para decirle que habían sido esterilizadas en forma forzada. Desde ese día Livia es inseparable con AMAEF.

Ella ayudó a las mujeres, tomando contacto en Lima con organizaciones feministas para crear una mayor atención sobre el caso de miles y miles de víctimas peruanos. Así comenzó el trabajo organizado que hoy sacude nuevamente a la opinión pública en el Perú.

Livia Pinares, AMAEF.
Al día siguiente de la entrevista en Cusco, llegó la candidata Keiko Fujimori. Fue recibida por una gran parte de la población que gritaba; ¡“Somos las hijas de campesinas que no lograste esterilizar”! Con ese acto comenzó una cadena de eventos y protestas, no importa donde ha aparecido la hija de Fujimori.

Cuenta Livia Pinares que durante los 20 años de actividades, AMAEF ha visitado ciudades, pueblos y regiones y se ha confirmado la inmensa cantidad de víctimas que sembró el programa de planificación familiar 1995-2000.




El Autogolpe de Fujimori

Cuando el programa de planificación familiar se inició en 1995, Fujimori había sido reelegido por su segundo periodo. Pero en mayo de 1992, Fujimori ejecutó el “Autogolpe Palacial”. Disolvió el Congreso, la Corte Suprema de Justicia y la mayor parte del Poder Judicial. Gobernó con decretos presidenciales, basándose en las FF.AA, la Policía, los organismos de seguridad (Dircote-SIN) y de la inteligencia militar. Con la asistencia del ex capitán del Ejército Vladimiro Montesinos, utilizó el grupo paramilitar, La Colina, para la guerra sucia. Este grupo asesinó al presidente de la mayor central obrera, la CGTP, el comunista y líder minero Pedro Huilca y ejecutó otras dos masacres, por las cuales Fujimori fue detenido y sentenciado a 25 años de cárcel.

Familiares de las víctimas de la desapareción y masacre de la Cantuta el 18 de julio de 1992, solo dos meses después el "Autogolpe de Fujimori" en donde fueron asesinados diez universitarios (un profesor) por el grupo paramilitar La Colina.


El principal motivo para cometer el autogolpe fue “la lucha contra el terrorismo”, es decir los movimientos guerrilleros Sendero Luminoso y el MRTA. Pero todas las protestas sociales fueron salvajemente reprimidas.

Justamente las regiones andinas fueron catalogadas como “centro de apología al terrorismo” por el régimen ilegal de Fujimori. La población civil temía el decreto presidencial que daba 20 años de cárcel a quien fuera acusado de hacer “apología del terrorismo”. Fue en ese ambiente hostil para las comunidades que las autoridades fujimoristas iniciaron El Programa de Planificación Familiar.

Dice Livia Pinares que ninguno de los presidentes de turno ha querido tomar el tema en serio y haber formulado una verdadera solución al problema. Las víctimas exigen justicia, dice, sobre todo por su estado de salud muchas mujeres están postradas a la cama y ahora son recriminadas nuevamente.



Embarazada y esterilizada

La coordinadora cuenta la historia de Esperanza Huayama, una mujer que estaba embarazada en el tercer mes, en 1996, cuando la querían esterilizar.

– Ella decían a los médicos; “No me hagan la ligadura, rogaba. Estoy embarazada de tres meses”. Se le hicieron los análisis de orina y decía; “No, no estas embarazada”. Al final hicieron la esterilizaron. Al cuarto mes iba creciendo el útero y ya la herida se reventaba. Va al centro de salud para decirles: “¡Ven, que estoy embarazada y ustedes me han hecho extraer al feto”! Y todavía le han hecho a pagar a ella, lo cual no es justo.

– Actualmente ha tenido tan mala suerte, la señora, que su hijita que ha tenido la atropelló un carro. Ahora no tiene hijos, se separó de su esposo, porque le dice; “Yo para que quiero una pareja enferma, para que yo toda la vida gaste dinero solamente en ti”. La abandonó y ahora ella vive vendiendo algunas cositas. Es una triste realidad, concluye Livia Pinares.

– Son tantas cosas que han pasado y pese a esas pruebas contundentes que se tiene, el Estado Peruano no quiere reconocer el error que ha tenido. Las señoras que más han sido afectadas son la quechua-hablante. Porque si les da una información en español, no la entienden. “A mí me han dicho que me van a curar”, creían y fueron esterilizadas.

Dick y Miriam Emanuelsson

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Robert Chávez Hurtado, el abogado que dirige el registro de las víctimas de la esterilización forzada en Cusco

Por Dick y Miriam Emanuelsson



CUSCO / 2016-03-09 / Entrevista con Robert Chavez Hurtado, abogado y Director Distrital en Cusco por el Registro de Victimas de Esterilizaciones Forzadas, REVIESFO.

Robert Chavez Hurtado.


Los métodos usados por el Ministerio de Salud

Investigaciones y testimonios recogidos por organizaciones como Amnistía Internacional y Cladem, por el Congreso peruano y medios de comunicación, enumeran los métodos de hostigamiento, amenaza o chantaje empleados por personal de salud de aquel entonces para practicar ligaduras en mujeres peruanas.

Algunos de ellos fueron:

  • Chantaje a madres que recién dieran a luz con no inscribir a sus hijos en registro civil.
  • Amenazas con realizar abortos a las mujeres embarazadas que no acepten ser esterilizadas.
  • Presión psicológica con argumentos sobre la irresponsabilidad o inestabilidad económica de los maridos, para que las mujeres opten por la anticoncepción quirúrgica.
  • Visitas casa por casa de enfermeras que amenazaban con volver “con la Policía” si las mujeres no aceptaban acudir al centro de salud.
  • Festivales y campañas destinadas a convencer a las mujeres de que el mejor método de anticoncepción es la ligadura de trompas en lugar de otras formas de planificación familiar no definitivas.
  • Recorridos de ambulancias casa por casa para recoger a mujeres.
  • Pago de “incentivos” económicos a los maridos para que firmen una autorización para que la mujer sea sometida a una esterilización “voluntaria”.
  • Ofrecimiento de alimentos y medicinas como mecanismo de captación de mujeres de escasos recursos o con necesidades urgentes.
  • Uso de la fuerza física para llevar a las mujeres a los centros de salud.
Reportes periodísticos de la época y el informe congresal de 2002 concluyó que en ese periodo se establecieron “metas numéricas” e incentivos para la práctica de esterilizaciones desde altos niveles del Estado peruano.
(Tomado de BBC-Mundo, Boris Miranda el 9 noviembre 2015).